Es una lástima que en tiempos de revolución, y precisamente a 10 años exactos de aquel Abril glorioso, tengamos que estar dando tumbos en Caracas para que alguien atienda los planteamientos de trabajadoras y trabajadores cuyo pecado es no tener padrinos o madrinas en el gobierno.
Hay una frase que me ha estado sonando todos estos días, pues luego de aquel planteamiento de apoyo de Carlos Luis por esta lista de correos (que sin duda es más que eso) no ha prosperado nada concreto para apoyar la justa lucha que se libra en Venalum, contra el capital transnacional y sus mafias asociadas, así como contra la burocracia reformista que muy vestida de rojo ha torpedeado el Control Obrero y el Plan Guayana Socialista. Ni se ha creado un espacio para compartir información y generar debate oportuno, ni ha habido pronunciamientos al respecto (salvo honrosas excepciones), ni se le apoyó a nuestra delegación que apenas hoy regresó de Caracas, trayendo consigo unas marcas de empujones y maltrato físico por parte de la Policía Nacional sólo por tratar de llamar la atención para ser atendidos en la vice presidencia o al menos en un ministerio. Hay que ver cuánto cuesta enfrentarse a las mafias económicas, más si esto se hace sin recibir suficiente apoyo de los aliados naturales de clase, y luego vienen todas las críticas sobre el papel de vanguadia que debe asumir la Clase Obrera y todas esas cosas que nuestras opinadoras y opinadores de siempre colocan en el tapete para el debate colectivo abstracto, casi siempre alejado de la realidad concreta. La frase que he estado recordando es: TU SILENCIO ME PREOCUPA, ES UN SILENCIO ESCANDALOSO, pues en momentos de crisis revolucionarias nada es neutral, ni siquiera el silencio.
Es bueno que opinemos por esta vía sobre toda las luchas que libran los pueblos y la clase obrera en todas partes del mundo, pero les pido que vuelquen su mirada a Guayana, aquí están ocurriendo cosas muy interesantes que pueden marcar el rumbo de nuevos tiempos en este proceso político, hacia adelante o hacia atrás; así que no nos quedemos como espectadoras o espectadores ante esta importante realidad. Recordemos que la lucha que estamos librando en Guayana y particularmente en Venalum es desigual y que nuestra mayor fortaleza es la unidad de clase, pues al fin y al cabo la burocracia reformista es aliada natural de la derecha pro-burguesa contra cualquier posibilidad de control obrero genuino; por eso nos atacan con furia y desenfreno. Están dando el resto para frenar este avance revolucionario de base.
En Venalum esta batalla está más viva que nunca, más aún ante la indiferencia de algunos actores políticos e institucionales que teniendo la solución en sus manos se hacen los desentendidos, en nombre de la revolución. Amanecerá y veremos.
Un abrazo fraterno, se les aprecia,
Yasmin Chauran
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