BINOCULO N° 65
Rafael Rodríguez Olmos
El Poder… y el Poder
He dicho en varias oportunidades, e
insisto, que el enfrentamiento entre Poder Constituyente y Poder Constituido
está cerca. Y también tengo claro que Hugo hace todo lo posible por evitarlo. Porque
se hace tremendamente difícil hacer entender a alguien que haga algo en lo que
no cree. Y en definitiva, el Poder Constituido no cree en el Poder
Constituyente.
El Poder Constituyente no es una
abstracción. No es una cosa etérea que se mantiene en el espacio. Todos los
días da una batalla para alcanzar un pedacito de espacio. Esa batalla de todos
los días, crea a su vez un pedacito de conciencia. El Consejo Comunal que le
arrebato a un Concejo Municipal a última una partida para hacer una cancha deportiva
en lugar de una calle, los comuneros de una comuna en construcción que le
arrebataron al Ministerio los recursos para financiar un proyecto de
producción, los líderes sociales que se impusieron en una asamblea en contra de
los funcionarios burocráticos. Todos los días, en alguna parte del país, se da
una batalla para arrebatarle algo al Poder Constituido. Y en algunos casos ha
sido violenta, incluyendo compañeros a los que les fabrican denuncias o
expedientes al propio estilo de las mafias para meterlos presos. Pero eso no ha
detenido el proceso de conciencia que en la práctica se percibe más rápidamente
cuando el trajinar evidencia no solo la burocracia, sino las tracalerías, las
zancadillas, las puñaladas traperas y cualquier forma de delito que emane del
Poder Constituido.
En mi opinión, Hugo le tuvo miedo al
desarrollo del potencial del pueblo. Sintió que si adquiría conciencia, iba a
ser difícil contenerlo. Solo que ahora se encontró en la encrucijada de la
ausencia de norte que correría la revolución luego de la elección de
gobernadores. Si algo tiene claro él mismo, son los resultados del 16D; y sabe
que la hegemonía del chavismo desaparece, por lo que necesariamente se impone
diseñar nuevas estrategias para no perder el proceso.
Pero además, descubrió que
efectivamente no es posible hacer la revolución con un partido socialdemócrata
como el Psuv; y de paso, también tiene claro que los gobernadores que saldrán
electos no están llamados a hacer la revolución en sus respectivas entidades,
simplemente porque no tienen claridad política.
La primera tarea de un revolucionario
es hacer la revolución. Eso significa que cualquier funcionario, esté donde
esté, debe en primer lugar diseñar estrategias para modificar el sitio donde
está. Si es electo gobernador o alcalde, deberá hacer tres cosas en primer
lugar y paralelas: una) constituir un equipo multidisciplinario de juristas que
preparen la batalla para enfrentar a la Asamblea Nacional y a la Carta Magna en
la destrucción de esa entidad. Dos) Diseñar junto a un equipo revolucionario,
la nueva estructura de gobierno que debe comenzar por el Estado Mayor del Poder
Popular, sustituto de la figura del alcalde; y tres) Diseñar una estrategia
comunicacional y educativa para explicarle al pueblo el porqué es imperioso dar
ese paso de una vez y por todas. Ese sería el punto de partida para la
abolición de una estructura colonial creada para dominar a las grandes masas en
función de los intereses de los grupos oligarcas. Pero además, sería el punto
de partida para el desarrollo de las comunas que ya no estarían en
construcción, sino que serían de hecho. ¿Qué puede ocurrir? Dejemos que Simón
Rodríguez responda.
Tengo la impresión de que el
Presidente Chávez, en busca de una respuesta para salir de la trampa en la que
quedó atrapada la revolución, entendió que el proceso no se caerá si llega a
manos del pueblo. Por eso presiona en torno a la necesidad de promover las
comunas, pero insiste en el error de creer que desde un ministerio esto será
realidad.
Lo primero que se debería tener claro
–y lo deberíamos tener quienes creemos en este proceso- es que el poder no se
transfiere. El poder se construye de abajo hacia arriba, es decir, desde las
masas hasta las instancias del poder constituido. Es el ministro quien debe preguntarle
a los sectores organizados del pueblo, qué debe hacer primero; y no ir a
decirle al pueblo lo que deben hacer. Y por supuesto que esto no ocurrirá.
Porque por interés o por ignorancia, es mejor que las cosas continúen así. Es
decir, llévenle al pueblo algunas migajas para que no se alebreste. Lo
contrario va a ocurrir, cuando la conciencia para sí del pueblo establezca que
su mandato es el punto de partida para la construcción de la sociedad. Esto
tampoco es abstracto y es menester debatirlo. Es complejo el diseño de una
nueva forma de gobierno que abole una vieja estructura. Es complejo hacerle
entender a la gente que las decisiones son colectivas, pero que las propuestas
son producto de discusiones y de análisis; y es complejo hacerle entender que si
reproducen el mismo comportamiento de los funcionarios anteriores, no tiene
sentido eliminar la vieja estructura. Y eso supone una visión distinta. Para
tener una visión distinta hace falta estudiar, leer, entender, preguntar,
comprender, aprender, sentir, analizar. Mao Tsetung decía “quien no estudia, no
habla”. No es posible proponer algo si previamente no se ha estudiado y
sobretodo si no se ha discutido con el entorno. Es complejo el problema.
En lo personal no le tengo miedo al
debate. Estoy convencido de que el Poder Constituyente comenzará a presionar en
la búsqueda de nuevas vías para avanzar en el proceso; y eso pasa por la
presión al Poder Constituido. ¿Cómo se producirá? En realidad lo ignoro. Pero
Marx decía que en todo proceso revolucionario, era inevitable la violencia
cuando se llegaba a la encrucijada. Me parece que la encrucijada está cerca.
Caminito de hormigas…
Estudiantes de la Unefa me
refieren que ya no saben a dónde acudir para que remuevan al personal de la
Coordinación de Control de Estudios. Además de ser burócratas, los tratan como
animales. Pensé que había cambiado desde que yo di clases
allí… El viejo Salas dijo en reunión
interna que no había de qué preocuparse porque aún los números favorecen a su
hijo para ser electo el 16D. ¿Será que está contando con la abstención del
chavismo? Pregunto yo… Quién viera al Innombrable
Uno vendiendo huevos en la avenida Aranzázu. El general ex gobernador de
Carabobo, parlanchin como siempre, tiene muchos simpatizantes. Le dicen “El
huevero”. Me dicen que aspira a ser alcalde Valencia… Hablando
de alcaldes, me dan como seguro que Pablo Montoya es el elegido por el
Psuv para presidir la alcaldía de Valencia. ¿Mandaron a Miguel Flores a jugar
banco?... Hay terror en las filas de Primero Justicia,
pues la derrota de Henrique Capriles en Miranda, le daría un palo´cochinero a
ese sector de la burguesía y metería en el congelador las aspiraciones Leopoldo
López… Guillermo Arcay era un valiosísimo
hombre del deporte venezolano, en especial del beisbol. Buen amigo con quien
siempre tuve cordiales relaciones junto a su esposa. Su hijo fue mi alumno en
la universidad. La radio deportiva pierde a un gran profesional y su
familia a un ser humano excepcional…
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