El ex
dirigente del MIR afirma que hay malestar en las bases populares del
chavismo. “El capitalista privado vuelve a negociar con el capitalista de
Estado”, dijo el ex comandante “Gerónimo” , cuando la lucha armada y luchador
social
por Carlos Díaz
Carlos Betancourt, ex
dirigente del MIR y co-fundador del partido “Bandera Roja”, conocido como
comandante “Gerónimo” durante la lucha armada que se escenificó en Venezuela
durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo pasado, sostiene
que el “sacudón” sobre el aparato burgués del Estado anunciado por el
Presidente de la República, Nicolás Maduro, originó muchas expectativas en las
bases populares pero todo resultó un fiasco. “Fue solo un enroque de piezas,
como en el ajedrez en donde se sacrifican los peones para proteger al rey de un
jaque mate. Se cambiaron los ministros de un lado a otro sin haberse evaluado
su gestión anterior, es decir, premiando la ineficiencia y entronizando aún más
a una élite en el poder”, aseveró en entrevista con “La Razón”.
¿El fallecido presidente Chávez propuso pulverizar el aparato del Estado
burgués?, ¿cuánto ha avanzado el gobierno de Maduro?
— Nicolás
Maduro, valiéndose de una élite burocrática, determinó que el Estado no debe
ser pulverizado sino transformado. Bueno, ya aquí se observa un distanciamiento
abismal entre las tesis de Chávez y la de Nicolás. Claro, la práctica anterior
de Maduro estuvo estrechamente ligada al sindicalismo el cual no suele generar conciencia
revolucionaria sino una conducta colaboracionista ante el capital.
— El Estado
tiene actualmente más de dos millones seiscientos mil funcionarios. Eso ha ido
aumentando. Cuando el presidente Chávez había dieciséis ministerios y a pesar
de que dejó la tarea de pulverizar el Estado hoy en día, incluso después de ese
“sacudón”, hay más de cien viceministerios sin contar a los vicepresidentes,
gobernadores, alcaldes y funcionarios militares con prebendas que nunca antes
tuvieron. Es todo un súper aparato que habla en nombre de la sociedad pero que,
de hecho, la aplasta, sustituye y atemoriza. Por qué no someter al debate
público la tarea histórica de simplificar el Estado, reducir o eliminar el
papel de los ministerios y transferir el poder a las organizaciones populares.
Por allí sí podría haber un verdadero sacudón.
¿Fue un “sacudón” la salida de Rafael Ramírez de Pdvsa?
— La salida
de Ramírez no puede considerarse como un “sacudón” porque quien entró nuevo
allí es una pieza de Ramírez. Los problemas de Pdvsa no se resolverán cambiando
a un burócrata por otro. Si hubiesen querido un sacudón habrían sometido al
análisis crítico la actuación de la industria petrolera y responder por qué se
ha endeudado a esta empresa estatal. Por ejemplo, en El Furrial y Punta de
Mata, en Monagas, a diario se despilfarran millones de metros cúbicos de gas
que van a la atmósfera y contaminan el medio ambiente. Incluso, se dice que
alrededor nacen niños con malformaciones. Por tanto, un verdadero sacudón
significaría definitivamente reformular la política de la petrolera venezolana.
CAPITALISTA PRIVADO Y
CAPITALISTA DE ESTADO
¿La crisis económica hace aguas al gobierno de Maduro?, ¿se debilita cada
vez más el respaldo popular?
— Recordemos
que la merecida derrota que Chávez les dio a los adecos en 1998 abrió
gigantescas expectativas a los venezolanos. Pensábamos que a partir de ese
momento se abrirían caminos a una real transformación del modelo capitalista;
inclusive, se ofreció el socialismo. Todo resultó una quimera. Las aguas
retoman su viejo cauce y el capitalismo se ha restablecido: el capitalista
privado vuelve a negociar con el capitalista de Estado y llegan a acuerdos, uno
de ellos cómo repartirse los dólares. Las consignas, promesas y críticas
opositoras se diluyen en un mar de trivialidades en donde solo se discute cómo
repartirse el poder.
— Si la
guerra económica es librada en el territorio enemigo lo más seguro es que se
coseche la derrota. Cuando, por ejemplo, Nicolás Maduro le dijo a Lorenzo
Mendoza que se dedicara a producir y lo dejara a él gobernar, allí se está
enviando un claro mensaje de conciliación con el adversario de clase. Por
tanto, es un error del gobierno bolivariano cazar la pelea en ese terreno.
Recordemos que las burguesías que nos han dirigido hasta hoy, incluida la
bolivariana, han prometido sustituir el régimen de importaciones y desarrollar
las fuerzas productivas internas. Esta es la gran deuda histórica que sigue sin
cumplirse.
¿Ha sido positiva la lucha del gobierno de Maduro contra la especulación,
acaparamiento y el contrabando?
— La
especulación es una conducta típica de los capitalistas. El capitalista explota
al obrero y le paga salarios de subsistencia y hambruna. El otro miembro de la
clase capitalista, que es el comerciante, remata al obrero cuando este acude a
la adquisición de la mercancía en el mercado. De modo que entre el salario y el
precio los capitalistas aprisionan al trabajador en contra de la pared del
hambre. El gobierno, para fingir ante el pueblo que tiene el poder, apela al
mecanismo del control de precios pero esta medida es burlada por los
capitalistas para luego contrabandear. El pueblo es quien paga los precios
excesivos de los bienes y servicios. Esto quiere decir que el poder real lo
tiene el capitalista privado y el poder formal la burocracia estatal. Al final
quien paga los platos rotos es el pueblo trabajador.
“SE AGOTA LA PACIENCIA DEL
PUEBLO”
¿Se han producido los verdaderos cambios políticos y económicos que exige
el pueblo desde hace décadas?
— Estamos
inmersos en el círculo vicioso de la corrupción, control de la renta petrolera
y de temor al gran capital internacional. Esto nos lleva a una conclusión
inexorable: la burguesía es incompetente para construir un modelo cónsono con
los intereses del pueblo. A estas alturas el cuerpo social no soporta más
mentiras ni promesas. Ha llegado la hora de que el pueblo trabajador decida
actuar como sujeto histórico, como líder de un cambio real y eso supone una
recomposición política, económica y social. Estos son cambios que deben
realizarse por la vía pacífica. Pero ni la oposición ni el gobierno bolivariano
están en capacidad de darnos una respuesta apropiada en este momento. La
oposición solo quiere retomar el poder político para darle rienda suelta a su
afán de saquear el erario mientras el gobierno se enreda en sus pleitos
internos, utiliza un discurso populista y tiene una práctica burguesa de nuevo
tipo.
¿El “sacudón” debió impactar sobre las políticas económicas del gobierno?
— El
gobierno bolivariano debió trazar una política para desarrollar las fuerzas
productivas internas, por ejemplo, industrializar el campo. Eso sí habría sido
un sacudón porque habría estremecido la vieja política de importaciones y
habríamos comenzado a producir lo que necesitamos. Una revolución agraria sí
habría sido un sacudón. Sin embargo, seguimos importando y discutiendo sobre el
control de cambio y la cotización del dólar en el mercado paralelo, es decir,
viviendo en un círculo vicioso. Aquí llegamos al límite donde la paciencia del
pueblo se agota pero no para salir de Nicolás Maduro y poner a un carajo como
(Antonio) Ledezma. Porque ese es el eterno jueguito diabólico de la
alternabilidad burguesa.
PERPETUARSE EN EL PODER
¿Los avances durante el gobierno de Chávez han retrocedido durante el
mandato de Maduro?
— Hoy estamos
ante una situación más difícil. Chávez propuso darle poder al pueblo a través
del fortalecimiento del poder popular. Pero las medidas de Nicolás Maduro, a
pesar de su discurso zalamero al presidente Chávez –hasta el punto de decir que
es su hijo-, son dirigidas a darles más poder a los mandos militares. En cada
problema del país termina designando un Estado Mayor que no es otra cosa que un
aparato burocrático militar. Con estas decisiones se presenta al Estado Mayor
como la solución y se minimiza al poder popular. Se está fortaleciendo el
capitalismo de Estado como dueño absoluto de los medios de producción y de los
destinos del país.
— Maduro no
cree en el poder del pueblo y está jugando a perpetuarse en el poder y eso pasa
por tener de su lado a las fuerzas militares. Esa es la explicación.
¿Por qué no ha funcionado la transferencia del poder del pueblo si se
cuenta con leyes tales como de Comunas, Cooperativas, Consejos Comunales, un
ministerio sobre esta materia y cuantiosos recursos?
— Cuando
cualquier élite llega al poder una de sus principales misiones es darle piso
político a su dominio, es decir, crear una institucionalidad bajo sus
intereses. De allí se derivan Constituciones, leyes, reglamentos y normas.
Cuando se analizan a profundidad esas leyes nos damos cuenta que, en realidad,
son mandatos que vienen desde arriba para ordenar la organización con
determinadas formas y fondo. Y, además, hay capas en el pueblo que piensan en
el socialismo estomacal, es decir, las tres papas y las migajas que le dan. Esa
gente no ha tomado conciencia de la necesidad real. Y las leyes que han sido
creadas son inoperantes porque el pueblo no las ha hecho suyas.
INVESTIGAR A LOS MINISTROS
¿Esa élite que menciona usted es la misma que se ha enriquecido del
erario?, ¿la boliburguesía sigue depredando los recursos públicos?, ¿acaso
surge una nueva boliburguesía bajo el gobierno de Maduro?
— Déjame
decirte que alcaldes, gobernadores y ministros que antes andaban en alpargatas
y bicicleta, hoy tienen carros de lujos, cuentas bancarias, amantes y reparten
contratos a sus amigos. Un verdadero sacudón investigaría a los ministros, a
sus familiares y allegados para determinar por qué su patrimonio se ha
incrementado hasta cien veces más. De dónde alguien que antes vivía en Catia
pudo sacar para mudarse al Country Club. Vamos a investigar dónde viven los
ministros y sus amantes. Claro, salvo algunas excepciones. Si soy socialista
por qué voy a pensar en enriquecerme. Además de esto hay gente también en el
parlamento y en las gobernaciones que hacen negocios.
¿El Estado patrón es tan salvaje y represor como el privado?, ¿cómo se
explica la represión de un gobierno que dice ser obrerista en contra de los
trabajadores de Sidor?
— El origen
de una persona no determina su conciencia social. El origen puede ser obrero
pero no necesariamente estará inmerso en la ideología de la clase trabajadora.
En Venezuela el movimiento obrero ha sido una escuela del reformismo,
oportunismo y de colaboración con el Estado o con el sector capitalista
privado. Si las luchas sindicales se encaminan solamente a mejorar la situación
de la clase obrera, cómo entonces esa clase que está luchando por migajas puede
llegar a ser dirigente de la sociedad. Es por ello que el Estado trata de
mantener a raya a la clase trabajadora mediante la discusión de las
contrataciones colectivas, beneficios y otros. Sin embargo, jamás se le
permitirá que sea la dueña de los destinos del país. Mi crítica entonces va
hacia el movimiento obrero que no ha sido capaz de superar lo reivindicativo y
solo se ocupa de darle vítores a la élite que lo dirige.
SIMONOVIS Y GIORDANI
— Sí hay
descontento porque consideran que Simonovis fue el artífice material de
múltiples crímenes que hubo en Venezuela durante muchos años. El gobierno cedió
ante la presión nacional e internacional de los sectores más reaccionarios y
recalcitrantes. Simonovis no era un preso cualquiera y quizás saldrán otros.
Cómo se entiende entonces que nos llamen para prepararnos para la guerra y,
entonces, ponen en libertad a uno de los criminales más evidentes que ha habido
en los recientes años. No estoy de acuerdo que lo hayan dejado en libertad. Yo,
por ejemplo, estuve preso año y medio por guerrillero y no me indultó ningún
gobierno.
¿Qué le pareció la carta que escribió el ex ministro de Planificación,
Jorge Giordani?, ¿esta carta ha sido leída y analizada en el seno de las bases populares?
— Yo leí la
carta. Oportuna o no, eso no era lo fundamental. Giordani tiene que darle una
explicación al país por los efectos de su línea económica durante casi catorce
años en el gobierno. No se le puede negar su derecho a criticar pero también
debió hacer autocríticas, que hasta ahora no se le conocen. Él hizo graves
acusaciones en su carta, habló de que era excluido dentro del gobierno de
Maduro. Pero lo más grave de todo es que hayan sancionado al profesor Héctor
Navarro por haberse solidarizado con Giordani. Navarro es militante chavista y
un hombre resteado con Chávez. Esto demuestra que es una fantasía esa
democracia de la cual se habla, demuestra que el debate en el Psuv es una vaina
artificial porque las decisiones ya están tomadas desde arriba.
HAY MALESTAR EN LAS BASES
¿El descontento popular y la crisis económica están generando división en
el chavismo?
— Sí hay
malestar en las bases populares, te lo puedo decir yo que me paso recorriendo
el país. En las bases del chavismo también hay malestar e inconformidad pero no
hay toma de conciencia para superar esa situación y enfrentar al precio que sea
a una burocracia que está manipulando. Por allí se habla que han surgido
corrientes de opinión críticas del chavismo, incluso se comenta sobre corrientes
populares de nuevo tipo. Pero detecto en esas iniciativas un síntoma igual al
que estamos combatiendo; es decir, se aprovecha una situación de descontento
para generar una respuesta burocrática. Este proceso tiene miedo de encaminarse
al socialismo verdadero y hay fuerzas internas que están presionando para que
no haya una revolución.
Este 4 de octubre se cumplieron 32 años de la masacre de Cantaura, ¿por qué
no se ha sancionado al diputado del Psuv general Roger Cordero Lara por su
supuesta participación en el bombardeo a los campamentos guerrilleros?
— Nuestra
generación hizo un gran sacrificio pero no para estar hoy cobrando prebendas o
peleando por cargos. No fui a la lucha para eso, ni pienso sacarle provecho a
eso. Si el general Cordero Lara participó en la masacre de Cantaura, por ética
debería reconocerlo y someterse no a los tribunales sino a la opinión del
pueblo. No es ético que alguien que mató gente que estaba luchando por el
socialismo venga hoy de manera ligera a ejercer un cargo en el parlamento. Una
vez se lo preguntaron a Soto Rojas y se hizo el pendejo, el tonto. En todo
caso, Cantaura debe servir para reformular el papel de los revolucionarios de
ayer que podemos hacer hoy. Te encuentras, por ejemplo, con guerrilleros que le
cantan loas al gobierno y se molestan porque algunos revolucionarios le hacemos
críticas. Entonces me digo: “Pobre de ellos que los derrotó el burocratismo”.
EL SOCIALISMO ES EL CAMINO
¿Usted cree en el socialismo?
— Yo creo en
el socialismo –por favor, ponlo en negritas- y es necesario construirlo en
Venezuela; pero no este tipo de socialismo de micrófono y panfletario. El
socialismo no nos va a caer el cielo, es una creación de la clase trabajadora y
del pueblo. Mientras mantengan al pueblo en una cola, en una misión y con
dádivas no podrá madurar su conciencia como sujeto de la historia. Aquí no hay
izquierda trasnochada ni tampoco la lucha está planteada entre la izquierda y
la derecha, sino entre capitalismo y socialismo científico. Todavía el pueblo
está imbuido en un temor al socialismo. Si se sigue identificando el socialismo
con las medidas de una élite burocrática que gobierna en su nombre pero sin
practicarlo, será difícil convencer al pueblo. Se ha fracasado con este modelo
adulterado.
— Estoy visitando
con mucha frecuencia a los colectivos sociales en el oriente del país y también
en el centro y occidente. Asisto a los programas radiofónicos para alimentar la
crítica revolucionaria. Le estamos dando mayor énfasis a la formación
ideológica y a la educación política en torno al tema del socialismo. En
oriente estoy contribuyendo a la construcción del poder popular a través de los
consejos comunales y la comuna. Mis viajes los financio yo mismo a través de
mis clases de política. Además, soy parte de la corriente ideológica Los
Comuneros, que promueve el debate, la organización de ideas programáticas y el
acercamiento de los grupos sociales.
“MADURO EXPLOTA IMAGEN DE
CHÁVEZ”
¿Qué opina que se destinen recursos públicos para exaltar la imagen del
fallecido presidente Chávez, inclusive, hacer referencia de su recuerdo en
términos religiosos y sagrados?
— Es un
error del gobierno de Maduro darle un uso abusivo a la imagen del Comandante
Chávez. No podemos quitarle los méritos históricos que tuvo, ni tampoco podemos
quitarle sus errores. Él puso una idea sobre la mesa y contribuyó mucho a
elevar la conciencia política de la gente explotada del país. Puso en evidencia
la naturaleza vil del capitalismo. Nunca antes un Presidente tuvo un discurso
tan directo con la comunidad, les llevó una morena a muchos mandatarios de
América Latina. Pero de allí a convertirlo en un ícono o en un Dios es algo
contraindicado y peligroso. Y es peligroso porque se está mandando un mensaje a
la población: rece y espere un milagro de Chávez. De esta manera se reduce el
papel de las masas populares porque son estas las cuales crean la historia, es
una forma de alienar y desarmar ideológicamente a la gente. Además, acudir a
este artilugio de deidad demuestra debilidad ante las bases populares. Chávez,
lamentablemente, se nos fue y esa es la realidad.
NOTA: ES
COSTUMBRE NUESTRA DAR LOS CREDITOS, TANTO A LA PERSONA, COMO AL MEDIO QUE
ORIGINA LA NOTICIA. EN ESTA CASO, QUIEN NOS ENVIÒ LA ENTREVISTA, SOLO APORTÒ EL
NOMBRE DEL ENTREVISTADOR.
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