lunes, 5 de noviembre de 2012

BINOCULO, DOS ARTÍCULOS DE RODRIGUEZ OLMOS.


BINOCULO  N°  60
Rafael Rodríguez Olmos
REDEScubriendo el proceso

Se volvió a equivocar Hugo. Como cuando designó al Innombrable 1 (epíteto con el que se le conoce al general Acosta Carlez) como candidato para presidir la gobernación de Carabobo, cuyo gobierno se convirtió en la negación del propio Chávez. De hecho, se lanzó de nuevo en Carabobo en contra de su propio mentor y con partido propio. Ya conocen el desastre, El Innombrable 0 (como se conoce al Pollo Salas) volvió a ganar la gobernación y esa desgracia la seguimos teniendo los carabobeños.
Y digo se volvió a equivocar porque es así. Pero todos sabemos que Chávez ha demostrado demasiada sagacidad, demasiada astucia y demasiada inteligencia, como para tragarse ese mango bajito de creer que será nuevamente portaviones. Voy pa´tras, pa´ve si me explico. Él mismo enseño a la gente a pensar. Él mismo enseñó a la gente a entender, a tener criterio, a razonar, les dio instrumentos, les dijo que era una obligación ser libres y decidir por sí mismos. Y ahora pretende que lo sigan en la designación de candidatos que no solo tienen un largo historial de saboteadores in situ de la revolución, sino de personajes por los que la gente no siente ni siquiera un tantico de cariño. Porque alguien le dijo que los seis millones de votos del Psuv, eran votos del partido, y no del propio Chávez. ¡No joda!
Si eso fuera verdad, entonces Hugo debió sacar 12 millones de votos, los que por derecho le corresponden, y no la misma votación de seis años atrás, pero con tres millones más de electores (3.045.372) para ser exactos. Pero además, si Hugo se hubiera traído el 60% de los votos indecisos en estos comicios, como dijo Jesse Chacón, eso debió ser 2.4 millones de votos, que sumados a los 7.309.080 que sacó en el 2006, entonces el resultado debió ser 9.709.080. Y sacó 1.6 millones menos. Con un agravante grave –para que suene bien cacofónico-, Manuel Rosales sacó 4.292.466 votos, y Henrique teletubbie sacó 6.583.426, es decir, 2.290.960 votos más. Es decir, que el gran líder y estadista que es Chávez, saca apenas 700 mil votos más, pero un “nadie” de la política como Henrique, sin un mínimo de comparación con Hugo, se trae 2.2 millones de votos de más. Y como en política dos más dos no siempre son cuatro, súmele el pésimo gobierno que tenemos y saque cuentas de los que nos va a ocurrir el 16 de diciembre.
Porque es obligatorio reiterar que los votos que sacó Chávez en esta contienda, son de él, le pertenecen, no se los dio nadie, él se montó su campaña encima como el hombre de la emulsión, y es tan bueno, con una credibilidad tan alta, que el pueblo entendió que merecía la oportunidad que no le han dado sus propios funcionarios, responsables de esa debacle. No venga nadie a decirme que fue una victoria. Fue la victoria electoral de Super Hugo y una vergonzosa derrota política del chavismo. Porque cómo podemos entender que un país con un crecimiento tan gigantesco, con una economía tan equilibrada, con uno de los PIB más altos del mundo, técnicamente con pleno empleo, con una larguísima lista de obras y desarrollo, tal vez con una de las asistencias sociales más importantes del mundo, y con uno de los presidentes con más alta credibilidad en el planeta, tenga 6.5 millones de electores en contra.
Y no me vengan con la pajita de que si la canalla mediática, de que si el imperio, de que si la burguesía, de que si los 40 años de la Cuarta República, y un montón de excusas más que obviamente lo que hacen es molestar más a la gente. Porque todo eso es cierto e indiscutible además. Pero no es menos cierto que eso ocurre por la ausencia de una vanguardia que tenga claridad política, que sea el punto de apoyo del líder, pero que sea el puente entre líder y el pueblo. Y eso no ocurre. El Presidente es una cosa y el gobierno es otra. El sábado pasado, sentí lástima por Hugo, porque él hablaba con esa pasión del poder popular, de las comunas, de socialismo, y cuando les enfocaban la cara a los ministros, quedaba claro que la mayoría no lo estaba oyendo. No porque sean malos, sino porque no creen. No creen en la construcción del poder popular, no creen en las bases, no creen en la gente, suponen a los ciudadanos idiotas que deben ser conducidos como rebaños. Ese es el gran estigma del gobierno y del partido al que todos pertenecen, una patética imitación de la socialdemocracia. Ni de vaina que de allí nacerá la revolución. Se acostumbraron al abigeato, al chantaje, al ladronismo, a la incompetencia (hablo en términos generales porque sé que allí hay mucha gente decente) Pero es obvio que no es el partido de la revolución. Y Los chavistas, en lugar de escoger una de las doce tarjetas que había –cualquiera que no fuera la del Psuv- en fila india sufragaron en esa tarjeta que tanto daño le ha hecho al proceso.
De tal manera que el partido de la revolución no existe. Hay que construirlo. Y entonces tiene que venir el debate de cuál partido queremos. Que sea revolucionario, no leninista, no maoísta, no marxista, no bolivariano, no latinoamericano, una mezcla de todos ellos. Los que existen no me dicen nada. De allá vengo. Y el que apareció nuevo, REDES, no es que me diga mucho, pero como experimento, pudiera ser un camino. Sigue siendo un arroz con mango, con la diferencia de que quienes estamos allí, le ponemos el sabor. Con poca azúcar sabe más a arroz, con mucha azúcar sabe más a mango. Es un movimiento de base sujeto a cualquier tipo de transformación, con un mínimo de rigidez y con un máximo de participación, lo que permite la entrada de gente buena y de gente mala con los que debemos luchar todos los días.
Siento que buscando una opción distinta, pudiéramos ayudar más a Hugo a evitar caer por el despeñadero al que vamos. Porque el giro de timón debe darse, sin duda, en aras de no perder todo lo que hemos avanzado. Y ello significa votar en cualquier tarjeta, menos en la del Psuv. Si es la de REDES, mejor.



Caminito de hormigas…

22 consejos comunales de Los Caobos (Valencia), vienen siendo presionados por un capitán Guillermo Blanco Acosta, gerente general de Petrocasa. La disputa es por unos terrenos que fueron destinados para construir un liceo, pero Petrocasa está empeñado en construir allí 300 viviendas. ¿Oscuros intereses? Y Hugo hablando de las comunas. ¿Y la ley no dice que las instituciones educativas están de primero?...   Hugo Cabezas no puso su cargo a la orden. Lo obligaron. La encuesta dice que está muerto, sumado al rechazo de la gente que no “por nimiedades” como dice él, le dijo que se fuera pal´carajo… Los números tampoco ayudan a Rangel Gómez en Bolívar, ni a Aristóbulo en Anzoátegui y a Erika en Cojedes… La última encuesta que vi sobre Carabobo, ubica muy bien a El Pollo Henrique Fernando, pero tiene un altísimo rechazo. Creo que esa debe ser la carta que debe jugar el chavismo…   Maryclen Stelling analiza que Hugo debe asumir a sus muertos en la campaña para gobernadores. Ojalá y eso funcione si así lo decide…   Luego de las elecciones, las protestas proliferaron como arroz en todo el país. Ojalá y la estrategia del gobierno sea distinta para poderla enfrentar.
 BINOCULO  N°  61
Rafael Rodríguez Olmos
El Poder Popular
Cuando Hugo plantea el problema del poder popular a través de la creación de leyes que –teóricamente- le dan fuerza a esa masa de ciudadanos que intentan encontrar los caminos adecuados, yo siento que él mismo está cayendo en una trampa, porque supone el poder popular –y así lo ha dicho- como un sector que recibe una transferencia de una cuota parte del poder del Estado hacia las comunidades. Es decir, está pretendiendo que la burocracia del Estado –que es el Poder Constituido- les entregue a los ciudadanos –Poder Constituyente- una cuota del poder para que lo ejerza de acuerdo a sus conocimientos y su sabiduría. Por eso no entiende que su propio gabinete no se haya leído el libro de Mao sobre Las Comunas, porque no entiende Chávez que para propiciar la construcción de las comunas, hay que tener el firme convencimiento de que es necesario ir a nuevas formas de construcción del Estado en donde el Poder Popular juegue un papel preponderante. Y es claro que la mayoría de ese gabinete no cree en eso.
Es decir, el poder popular no necesita de una transferencia de atribuciones burocráticas del Estado, sino que en sí mismo es un proceso de construcción sobre la base de sus experiencias, de sus necesidades y de sus propias potencialidades. Ese poder popular es una profunda y compleja relación social de las clases subalternas, las dominadas. No importa que ese poder popular controle el aparato del Estado, pero no le pertenecerá, en tanto no se produzca la toma del poder, no como un objeto, sino como una relación que se en la cotidianidad, en la creación de nuevos valores y en la aplicación de nuevas formas de comportamiento de los grupos sociales. En esa construcción del poder popular, el cambio de valores se va creando previamente. Ese cambio de valores va generando un proceso de luchas que, a decir de Rosa Luxemburgo, es el gen de la organización revolucionaria. Y queda claro que la organización revolucionaria no es el poder popular. Punto que podemos aclarar en otra oportunidad.
Es decir, el poder popular en sí mismo, tiene una personalidad propia y una forma propia de conducirse, cuya relación no debe ser de supeditación al Estado, sino un poder de iguales. No hay poder popular sin criterio propio, sin identidad, sin místicas, sin figuras, sin símbolos, sin banderas de lucha, sin formas propias de expresión, sea cultural, social, política, económica, histórica, etc.
Y esto es fundamental entenderlo. Por eso digo que Chávez se contradice cuando asegura que las comunas tienen que salir de las oficinas de burócratas que no solo no creen en ellas, sino que están apostando a su derrota y no a su creación y consolidación. Y él más que nadie debería saberlo, porque cuando intentó reestructurar el Estado a través de la reforma en un referendo, su propio entorno lo saboteó. ¿Porqué? Simplemente porque la reforma del Estado suponía la pérdida de privilegios e instrumentos de la burocracia que significaban o compartir el poder o perderlo por completo.
¿Por qué es menester construir el poder popular y que éste camine con sus propios pies? Porque como dice el filósofo argentino Rubén Dri: “El poder de las clases dominantes construye legitimidad para que los dominados acepten; las clases subalternas no tienen que construir legitimidad, tienen que construir hegemonía. ¿Qué es la hegemonía en esta reelaboración del concepto de Gramsci? Consenso entre iguales, hay que  reconocerse como iguales con el otro. No hay Poder Popular sin involucrar a distintas clases sociales. El modelo neoliberal nos dejo una sociedad fragmentada”.
Al respecto, Gramsci decía: “… un bloque histórico, una alianza de las clases subalternas, de las clases dominadas, una alianza del obrero, del desocupado, del campesino, de los estudiantes, de buena parte de los intelectuales, de buena parte de las clases medias que permita cambiar esto”.
Y es que el poder popular es una compleja madeja donde se integra toda forma organizada de expresarse de las comunidades, o de esos movimientos sociales de los que hablaba Foucault, quien también explicaba que por sí mismos establecían formas de control y de autocontrol para poder accesar a la solución de sus propias necesidades. Él la llamó la microfísica del poder.
Por otra parte, existe por parte de la burocracia del Estado, es decir el poder constituido, un subestimación total hacia las formas de expresión y de gobierno del poder popular, sustentados en la idea de que el pueblo es lo suficientemente ignorante como para no entender por dónde van los tiros. Si se analiza la historia, se descubrirá que el poder popular siempre fue el soporte real de los grandes procesos de cambio cuya bandera enarboló la vanguardia de entonces, en la mayoría de los casos. No porque no fuera importante esa vanguardia, sino porque al final desoyó el clamor del poder popular. Por ejemplo, las elecciones de Nicaragua las perdieron los sandinistas porque la Dirección Política no oyó las recomendaciones de los movimientos populares. Por ejemplo, había un poderosísimo poder popular campesino cuando Pancho Villa y Emiliano Zapata   conquistaron México a principios del siglo pasado. Ambos fueron asesinados y el gigantesco movimiento popular no solo fue desmantelado, sino extinguido, porque no tuvo acceso al poder constituido.
El poder popular que se erigió a través de las organizaciones de base en toda Europa, fue desmantelado entre finales y principios de este siglo. ¿Resultado? El pueblo europeo está perdiendo cien años de conquistas sociales.
Es decir, la historia está llena de revoluciones que se hicieron a partir del Estado, pero el propio Estado terminó convirtiéndose en carcelero, porque simplemente no permitió que se construyera el poder popular, sino que pretendió que a través de un proceso de reformas, algunas positivas, pero reformas al fin, se fijara el criterio gatopardiano de cambiar todo para que todo quede igual.
Es por ello que la construcción de las comunas y de toda forma de organización del poder popular, serán siempre un saludo a la bandera, en tanto se pretenda construirlas desde un ministerio, el símbolo más importante del Estado omnipotente,  incompetente y corrupto.
A menos que el poder popular asuma en un proceso de conciencia para sí, que es a ellos a quien corresponde tomar las decisiones sobre sus propios destinos. Y habría que preguntarse entonces si Hugo estaría de acuerdo con eso. Lo demás es un vulgar derroche de retórica, o para decirlo en lenguaje coloquial, una vulgar habladera de paja.
Caminito de hormigas…
Patético fue la instalación del Comando de Campaña del Innombrable 0. Había 150 personas. Había un dejo de desilusión en el Pollo Comando. Como de derrota temprana…   Impresionante el acto del candidato de Hugo en Carabobo. Lleno total…  Por cierto, los camaradas del Francisco de Miranda intentaron impedir la entrada de los periodistas del Kikirikí. Sigo sin entender… Insólito. Una hermana Mary Paz del colegio Trina Medina en la comunidad de El Prado en Valencia, decidió que los niños debían salir por el portón de atrás del colegio privado, que da justo a la autopista y que pasa por un tubo de gas. Pero más insólito es que lo hizo por encima de la decisión de una asamblea de las comunidades aledañas, 10 consejos comunales. A pesar del subsidio que recibe del Ministerio, aumento la mensualidad a 100 bolívares. ¿Y el MPPE? Bien gracias…  Esta columna denunció que en la taquilla 10 de la Caja Regional del IVSS en Valencia, es donde se deciden los negocios y cuánto debe pagar cada quien por su pensión. Parece que la denuncia solo aumentó la tarifa…  


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